Sunday, November 28, 2010

The Verve - A Northern Soul

If love is a drug then I don’t need it
-The Verve, “This is Music

The Verve was probably the most underrated band of the 1990s. At the time, the band was known basically because Noel Gallagher dedicated “Cast No Shadow” to Richard Ashcroft, The Verve’s singer, and because it had a legal problem with the Rolling Stones after releasing “Bittersweet Symphony”, its first and only commercial success in the United States. The band split in 1999, after releasing only three albums. All the members acknowledged that the lack of success was one of the reasons –probably the main one- behind the breakup, in addition to the legal problem with the Stones. Most people remember The Verve for a song that brought up its disappearance.

Enter the 21st century and the band is widely recognized by a new generation. Its second album, A Northern Soul, has made it to the lists of the best albums ever recorded, periodically released by the British press. The album is not as polished as Urban Hymns (the album that contained “Bittersweet Symphony”), and that is probably its main virtue. Urban Hymns was the band’s last try to get some attention from the media; A Northern Soul was the last album of a rock & roll band that just tried to make music. The voice of Ashcroft is powerful and full of angst; the guitars are crazy. Although, “History” and “On Your Own” are the most recognized tracks of the album, “No Knock on My Door” is probably the most representative of its spirit.

Imágenes de la Patria - Enrique Florescano

"Esta crisis en picada de la identidad nacional la expresa con fuerza la imagen final de este libro, obra de Francisco Toledo"
-Enrique Florescano

Ponerle título a un libro debe ser un proceso bastante complejo. De éste depende, muchas veces, que los lectores se acerquen a una obra o no. En ese sentido, los autores (o sus agentes y casas editoriales) muchas veces escogen títulos estrafalarios y rimbombantes para atraer lectores, aunque el contenido muchas veces genere expectativas que no se cumplen. Quizá una buena regla de dedo para escoger buenos libros al azar podría ser desconfiar de entrada y por principio de los libros con título largo.

Imágenes de la Patria, de Enrique Florescano, sufre de ese problema pero al revés. El título sobrio del volumen no le hace un favor a su inmensa riqueza. Imágenes de la Patria no habla solamente de las formas en que la idea de la patria mexicana y sus antecesores (el Virreinato, el México Prehispánico) se han representado gráficamente. Este volumen es también un repaso de las políticas educativas y culturales que ha adoptado el Estado Mexicano desde la República Restaurada hasta el sexenio de Vicente Fox, así como de la relación entre aquél y los intelectuales desde la Revolución Mexicana.

Al tomar en cuenta sus antecedentes educativos, no sorprende que Florescano asocie la representación gráfica de la Patria con la educación. Florescano obtuvo sus estudios de doctorado en la Sorbona, siendo las élites de su generación las últimas que se educaron de forma masiva en Francia, antes de que Estados Unidos se convirtiera en su destino favorito. La idea de que la escuela es el lugar donde se forman a los ciudadanos, así como la de dotar a la Patria de un rostro, son eminentemente francesas. Marianne ha sido la imagen de la República Francesa desde la Revolución, y siempre se ha buscado que su cara sea bonita. En los últimos años, incluso, se ha contratado a actrices profesionales para que sean "el rostro de la Patria."

Florescano no lo menciona porque se centra en los aspectos políticos y sociales de la representación gráfica de la Patria, pero tomando en cuenta que ésta encierra un ideal estético, no deja de ser interesante y frustrante que las representaciones femeninas de la Patria en México desde la Revolución hayan buscado premiar el realismo (y a veces exageración) de la mujer fea sobre la idealización de la mujer bonita. El mensaje implícito, cada vez más común entre los mexicanos, y cada vez más una posición políticamente correcta, es que nuestra Patria es fea. Para muestra basta este triste y horripilante botón de Ernesto Tamáriz, ilustre artista vanguardista con conciencia social, enemigo de los poderosos, y los epítetos de siempre.

Imágenes de la Patria se inscribe en la tradición de México a través de los siglos de Vicente Riva Palacio, las obras de Justo Sierra, y el Laberinto de la Soledad de Octavio Paz, en el sentido de que busca abordar la historia de México desde una perspectiva integral y prácticamente desde que se pobló el territorio nacional. En una época en que el estudio de la Historia en México se entiende como la producción de monografías minimalistas, o reflexiones sobre la metahistoria incomprensibles para el ciudadano común (y a veces para el mismo autor), el carácter holístico y el lenguaje claro de Florescano son de agradecerse bastante. Y lo mejor: Historias de la Patria es un volumen relativamente breve, con fotografías bastante claras y con una calidad de papel bastante buena. En resumen, Florescano demuestra, a contrapelo de lo que creen varios, que la Historia y la cultura pueden ser rentables comercialmente (el libro es publicado por Taurus).

Este libro es tan bueno que contiene cosas incluso para los tecnócratas-neoliberales-asesinos-y-etcétera que creen que las gráficas de Excel (el link es para mis lectores revolucionarios que, por estar en la selva defendiendo al pueblo, no han descubierto este programa computacional) cuentan historias: Imágenes de la Patria contiene una gráfica de barras y otra circular ("gráfica de pie", le decíamos en la escuela) que muestran cómo el Estado financió murales de una forma absurda entre 1930 y 1960. En alguna ocasión, escribí sobre el mural del Palacio de Gobierno de Tlaxcala, el cual destaca por su ideología antirrevolucionaria y anti-Diego Rivera; en los años de gloria del PRI, el Estado podía darse el lujo de despilfarrar tanto que ni siquiera se daban cuenta del producto por el que estaban pagando.

Los últimos dos capítulos del libro, que abarcan la historia de México desde el gobierno de Cárdenas hasta el de Fox pueden resultar un poco decepcionantes para los interesados en el arte, ya que contienen más texto y reflexiones históricas que gráficos. Esto se compensó parcialmente con una exposición montada en el MUNAL con motivo del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, cuya curaduría estuvo a cargo del propio Florescano. La exposición, desafortunadamente, ya fue retirada. Queda pendiente una segunda edición del libro.

Una reseña del libro (más bien una reflexión en torno a él) escrita por Sabina Berman y publicada en Letras Libres está disponible aquí.

Y abajo, una entrevista con Florescano:


Sunday, November 21, 2010

Brüno - Larry Charles

"He's the white Obama"

One of the two worst things Americans have given to the World is the use of political correctness in the public speech (the other one being the CNN 24/7 broadcasting model). The purpose of political correctness, it is argued, is to create the conditions for a civilized discussion that transcends insults and injuries, allowing the participants of the debate to focus on its substance. The intention is good, but political correctness ossifies and stiffs the public sphere, that is too serious and owlish. That is just unfortunate: Voltaire showed us that sense of humor is a weapon against which there is no effective defense. At one point, all the revolutions make fun of the oppressing regime. The fact that we have taken humor (including, of course, offensive humor) out of our discussions has made our arguments poorer.

Over the last years, Sacha Baron Cohen has produced a couple of movies that make Western civilization look itself in the mirror. His sense of humor is a weapon against the tyranny of political correctness. Baron Cohen simply reduces the speeches of his interlocutors to the absurd, which is probably why he annoys all the people who identify with them.

Brüno is probably not a good movie in terms of plot -although it is more structured than Borat.The movie is permated with teenager sexual vulgarity, but is that Baron Cohen's fault, or is it just the reflect of how primitive we have become since the creation of mass media? Gays, rednecks, movie stars, super models, Christian preachers: all of them are put in their right dimension. If they do not like the picture, they should blame themselves instead of the painter.



Thursday, November 18, 2010

La educación del estoico - Fernando Pessoa

 “Tengo todas las condiciones para ser feliz, salvo la felicidad. Las condiciones están desligadas unas de otras.”
-Fernando Pessoa (Barón de Teive)

En contra de lo que su nombre puede llevar a pensar, La educación del estoico no es un manual para vivir de acuerdo a esa filosofía de vida. Este es un libro escrito por Álvaro Coelho de Athayde, decimocuarto Barón de Teive, un noble portugués, que deja por escrito sus últimas reflexiones antes de quitarse la vida dejándose caer sobre una espada, a la usanza de los antiguos romanos.

Al leer el libro, descubrimos que el Barón fue “rencoroso y vengativo en la infancia”, aunque más tarde perdió “esa mezquindad del exceso de sensibilidad”. El barón de Teive no fue hábil con las mujeres y le mutilaron la mitad de la pierna izquierda, operación para la cual pidió que no le pusieran anestesia general. Antes de escribir el manuscrito que legó a la posteridad, produjo dos escritos que hizo trizas y tiró al fuego porque no eran tan buenos como él quería. Su vida, según él mismo, se vio paralizada por “el escrúpulo de la precisión, la intensidad del esfuerzo para ser perfecto”, los cuales, “lejos de ser estímulos para actuar, son facultades íntimas para el abandono”. De tal forma, al meditar sobre su fracaso con las mujeres (que acaso sea voluntario), llega a la siguiente conclusión:

“El escrúpulo es la muerte de la acción. Pensar en la sensibilidad ajena es estar seguro de no actuar. No hay acción, por pequeña que sea – y cuanto más importante, más cierto es esto -, que no hiera a otra alma, que no ofenda a nadie, que no contenga elementos de los que, si tenemos corazón, no nos tengamos que arrepentir. Muchas veces he pensado que la filosofía real del eremita acaso consistiera antes en evitar ser hostil, por el simple hecho de vivir, que en tener cualquier pensamiento directamente relacionado con aislarse.”

El barón de Teive es pura razón. Y al descubrir que la razón no basta para vivir decide suicidarse. Que cada quien interprete como pueda esa metáfora...

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Yo leí la edición de este libro publicada por El Acantilado. Este bello y elegante volumen, como toda edición de los libros de Pessoa que se precie de ser seria, incluye las variantes que el propio autor hizo en sus manuscritos o textos mecanografiados. Además, el libro está comentado por Richard Zenith, traductor de los textos de Pessoa al inglés. En una práctica que me parece debería ser adoptada por todas las casas editoriales, el comentario de Zenith está al final del libro, dejando así al lector descubrir el texto por sí mismo en una primera lectura e invitándolo a realizar una segunda después de leer el comentario de un experto.

La educación del estoico es una interesante colección de pensamientos cortos y aforismos. A continuación reproduzco algunas de ellas. Los fragmentos que están en inglés fueron escritos en esa lengua originalmente. Es interesante ver cómo el inglés de Pessoa se "aportuguesó", conforme se fue alejando de su niñez sudafricana (La educación del estoico fue escrito pocos años antes de la muerte del propio Pessoa). Más interesante resulta especular sobre si esta pérdida de pureza lingüistica fue uno de los elementos que llenó a su vida de frustración. 


“La dignidad de la inteligencia está en reconocer que es limitada y que el universo existe fuera de ella. Reconocer, con disgusto o no, que las leyes naturales no se someten a nuestros deseos, que el mundo existe independientemente de nuestra voluntad, que el hecho de estar tristes nada demuestra sobre el estado moral de los astros, ni siquiera de la gente que pasa delante de nuestras ventanas: en eso está el verdadero uso de la razón y la dignidad racional del alma.”

“Suppose a romantic falls in love with a girl of a higher social station, and that this difference in class prevents their marriage or, perhaps, love on her side, for social conventions go deep into the soul, as informers often ignore. The romantic will say: “I cannot have the girl I love because of social conventions; therefore, social conventions are bad”. The realist, or classicist, would have said: “fate has been unkind to me in making me fall in love with a girl I cannot have”, or “I have been imprudent in cultivating an impossible love”. His love would not be less; his reason would be more. It would never occur to a realist to attack social conventions on the score that they produce such results for him, or individual troubles of any kind. He knows that laws are good or bad generally, that no law can fit in particular cases. But he does not conclude that there should be no law; he concludes only that the people involved in those particular cases have been unlucky.”

“To make realities out of our particular feelings and dispositions, to convert our moods into measures of the universe, to believe that, because we want justice or love justice, Nature must necessarily have the same want or the same love, to suppose that because a thing is bad it can be made better without making it worse, these are romantic attitudes, and they define all minds which are incapable of conceiving reality as something outside themselves, infants crying for sublunary moons.”

"'I am shy with women; therefore there is no God' is highly unconvincing metaphysics."

“Hijos, más vale estar a la sombra de un árbol que conocer la verdad, porque la sombra del árbol es verdadera mientras dura, y el conocimiento de la verdad es falso en el conocimiento mismo. Más vale, para un entendimiento justo, el verdor de las hojas que un gran pensamiento, porque el verdor de las hojas puedes enseñarlo a los demás, y nunca podrás enseñar a los demás un gran pensamiento. Nacemos sin saber hablar, y morimos sin haber llegado a saber decir. Nuestra vida pasa entre el silencio de quien calla, y el silencio de aquél que no ha sido entendido y, en torno a esto, como una abeja que revolotea en un lugar sin flores, ancla, incógnito, un destino inútil.”

Sunday, November 14, 2010

Diarios - Fernando Pessoa

Soy la sombra de mí mismo, en busca de aquello que es sombra.
A veces me detengo al borde de mí mismo y me pregunto si soy un loco o un misterio muy misterioso.
-Fernando Pessoa

Fernando Pessoa legó a la posteridad un enorme baúl lleno de textos literarios cuyas delicias seguimos descubriendo hasta ahora. El baúl incluye diversos diarios, escritos en diferentes etapas de la vida del autor. Estos documentos han sido recogidos por la editorial Gadir en un pequeño, elegante, y bonito volumen titulado, obviamente, Diarios.

Pessoa es admirado tanto por la calidad de su poesía, como por el desarrollo teórico del concepto de la heteronimia. A nivel académico, existe un debate que intenta definir si la figura del heterónimo es diferente a la del pseudónimo. El hecho de que Pessoa no haya publicado nada en vida bajo el nombre de sus heterónimos no ayuda a resolver la cuestión. En un “Cuadro bibliográfico” incluido en Diarios, Pessoa define así lo que es un heterónimo:

“Los escritos de Fernando Pessoa pertenecen a dos categorías que podemos llamar ortónimas y heterónimas. No se puede decir que sean autónimas o pseudónimas, porque ciertamente no lo son. La obra pseudónima es del autor en persona, con la salvedad del nombre con el que la firma; las heterónimas son del autor fuera de su persona, de una individualidad completa fabricada por él, como lo serían las afirmaciones de cualquier personaje de cualquier drama que escribiera.”

Aunque el sentido común indica que el debate sobre lo que es un heterónimo debiera quedar zanjada con esta breve descripción, provista por la persona que introdujo el concepto a la teoría literaria, podemos estar seguros que eso no ocurrirá: los académicos, principalmente los que se dedican a las humanidades, viven de publicar textos incomprensiblemente rebuscados que nadie lee dándole vueltas interminables al mismo tema, incluso (especialmente) los que fueron creados por una persona muerta que intentó ser lo más clara posible. En el fondo, los académicos que se dedican a las humanidades  tienen todos los incentivos para no ponerse de acuerdo: si dos humanistas con visiones opuestas llegan a ponerse de acuerdo en el tema en el que se especializan, lo más seguro es que desaparezca su área de trabajo.

Para los que compramos la idea de que un heterónimo es una figura literaria y metaliteraria real, los textos sin firma incluidos en Diarios están envueltos en una capa de misterio impenetrable: ¿leemos a Pessoa o a un heterónimo?

En cualquier caso, los textos que sí están firmados nos permiten descubrir lo que pasaba por la cabeza de Pessoa (o del heterónimo firmante). Al ser un solitario, publicar poco en vida y reservarse lo mejor de su literatura para el mítico baúl, la vida de Pessoa es un misterio, por lo que los diarios nos ayudan a comprender mejor lo que pasaba por la cabeza de Pessoa en el día a día. Además, para los que conocen el trayecto literario del autor, los diarios abren espacio a todo tipo de especulaciones, particularmente sobre la decisión de Pessoa de no publicar en vida.

El primer diario, datado en 1906, fue escrito en inglés, al igual que los primeros libros publicados por Pessoa en vida. Los diarios de esta época son extremadamente aburridos y petulantes: Pessoa sólo habla de sus cursos de filología, de los libros que lee, y de su superioridad intelectual frente al resto de la gente (este rasgo, por cierto, prevalecerá en todos los demás diarios). Es significativo que estos primeros diarios hayan sido escritos en inglés. Pessoa había ganado el “Premio Reina Victoria de estilo en inglés” en 1903, convocado por el Instituto de Durban, Sudáfrica, ciudad donde pasó su infancia. Además de creer que el premio le iba a abrir las puertas del éxito y de considerarse más inteligente que el resto del mundo, Pessoa tenía la certeza de que la poesía isabelina era el estilo literario más logrado que haya logrado la humanidad. Por ello, decidió empezar a escribir poesías isabelinas, creyéndose Shakespeare.

Los libros escritos en inglés por Pessoa fueron un fracaso total, y es que nada más hay que imaginar el cuadro de un portugués intentando escribir en una lengua extranjera con arcaísmos y en una estructura literaria en desuso desde hace cuatro siglos . Por si fuera poco, uno de los poemas ("Antinous") habla sobre erotismo homosexual, por lo que la crítica literaria victoriana (es decir, el irrelevante segmento de la crítica que se ocupó de los textos incomprensibles de un portugués exótico) lo despedazó. He buscado extensamente ediciones de los míticos poemas de Pessoa en inglés. Solamente he podido encontrar esta edición, que recoge un pequeñísimo segmento de la producción literaria de Pessoa en inglés, y cuyo prefacio reconoce que, más allá del interés académico, no vale la pena leer los poemas del libro.

A partir de ahí, los diarios indican que todo va de picada en la vida de Pessoa, al menos en lo que concierne a la literatura. Poco a poco pasamos de fragmentos como este:

“Mi intelecto ha adquirido una versatilidad y un alcance tales que me capacitan para asumir cualquier emoción que desee y entrar, según mi voluntad, en cualquier estado mental. En la dirección hacia lo que siempre es una lucha y una angustia, la integridad, no hay libro que pueda prestar ayuda.”

A fragmentos como este:

“He dejado de interesarme por la gente meramente inteligente; Wells, Chesterton, Shaw. Las ideas de estos personajes son similares a las de muchas personas que no escriben; la construcción de su obra es una suma nula.”

O este, en el que Pessoa abomina de la literatura, otrora su gran amor:

“He descubierto que la lectura es una forma de soñar esclavizada. Si he de soñar, ¿por qué no soñar mis propios sueños?”

El punto emocional más bajo del libro, no obstante, es este:

“13-6-1916
Y así he llegado a mi vigésimo octavo cumpleaños sin haber hecho nada en la vida: nada en la vida, nada en las letras, o en mi propia individualidad. Hasta el día de hoy, he probado el fracaso hasta sus últimas consecuencias. Ah, ¿hasta cuándo tendré que seguir probándolo?
Cuanto más examino mi consciencia, menos me perdono a mí mismo por la nulidad de mi vida.”

Además de amargura, los Diarios están llenos de la altanería propia del fracasado que se cree un genio incomprendido. Pessoa siempre miró por encima del hombro al resto de la humanidad, y justificó su decisión de no publicar basado en el argumento de que nadie lo entendería:

“Fernando Pessoa no tiene intención de publicar – al menos en un período largo de tiempo – ningún libro ni folleto. Al no tener un público que los lea, se considera dispensado de gastar inútilmente, en dicha publicación, su propio dinero, del que carece, y para hacérselo gastar inútilmente a cualquier editor haría falta una preparación para el proceso al que dio su apellido al nostálgico Manuel Peres Vicário, anteriormente citado.”

Pessoa tenía algo de razón al creer que sus poemas en portugués estaban adelantados a su época. No obstante, al leer los Diarios y ponerlos en el contexto de los libros en inglés, es evidente que el fracaso isabelino fue determinante en la decisión de Pessoa de no publicar.

A través de los Diarios podemos darnos cuenta también de la filiación política de Pessoa, aspecto espinoso de su vida y que escritores políticamente correctos de nuestra época que se reivindican como admiradores suyos, como José Saramago, pasan por alto. Además de desconfiar del criterio y de la capacidad intelectual de las masas, rasgo común en los hombres de su época, Pessoa apoyó a la dictadura militar que desembocó en el salazarismo, en un panfletillo que ahora está en el olvido (disponible gratis aquí en portugués). Aunque a mediados de los 30 Pessoa se había desencantado de la dictadura, su presencia le dio una justificación más para no publicar:

“No es que no publique porque no quiera: no publico porque no puedo. Que nadie piense que estas palabras están dirigidas contra la Comisión de Censura; no hay nadie que tenga menos motivos que yo para quejarse de esa comisión. La censura obedece, a pesar de todo, a ciertas directrices, y todos nosotros sabemos cuáles son, más o menos, esas directrices.
Sin embargo, se da el hecho de que la mayor parte de las cosas que yo escribo no podrían ser aceptadas por la censura. Puedo no poder limitar el impulso de escribirlas; domino fácilmente, porque no lo tengo, el impulso de publicarlas, y no voy a importunar a los censores con un material cuya publicación tendrían forzosamente que prohibir.”

No quiero dar la impresión de que los Diarios muestran a un hombre amargado y fracasado que busca excusas para no mostrarle a la gente lo que él considera un intelecto superior, aunque algo hay de eso. Los Diarios también contienen unas cuantas gemas literarias aunque, evidentemente, no tantas como los libros de Pessoa dedicados a… la literatura y a la poesía.

Como suele ocurrir con las memorias o los diarios de un autor, este no es un buen libro para descubrir a Pessoa, aunque el lector familiarizado con él puede a entender mejor el por qué de la melancolía que permea su obra.  Los Diarios humanizan a un autor que, al estar envuelto en el misterio, se ha vuelto intangible, casi divino. Y, al humanizarlo, lo vuelven más cálido y cercano a nosotros.

Batman & Robin - Joel Schumacher

 “Batman and Robin: militant arm of the warm-blooded oppressors, animal protectors of the status quo.”
-Poison Ivy (Uma Thurman)

Four movies about Batman were filmed during the 90s. The first two ones (Batman and Batman Returns) were directed by Tim Burton. As of today, the films are still considered good. The second pair of movies (Batman Forever and Batman & Robin) was directed by Joel Schumacher and has been considered a complete failure since its release. Particularly, Batman & Robin disappointed so many people (including Warner Bros) that it took ten years to bring the hero of Gotham City back to the screens.

Batman & Robin was more of a Disney movie than an adaptation of the Batman saga. The popular connotations given to words like “cool” or “chill” are overused, just like in The Ice Age. In a way, Batman & Robin was more of a tribute to the series of the 60s than an adaptation of the comics. The bad guys wear uniforms, just like in the TV series, and the fights look like dance choreographies.

But even if Batman & Robin is one of the worst movies ever, it still tells us a lot about how Americans perceived their country in the late 90s. Probably because it is hard to be frank, societies represent themselves through their heroes: the Greeks did it with Ulysses, and Americans do it with Superman, Batman, et al.

Through the architecture of Gotham City (a representation of New York), Batman & Robin tells us a lot about how Americans conceived social interactions back in the day. The message transmitted through the architecture of Gotham is interesting, especially when we compare it with the portrayals of Burton or, more recently, Christopher Nolan. In Batman & Robin, Gotham City is a bombastically ridiculous place: the idea of a dark city, as conceived by the original creators of Batman, is basically absent; optimism is rampant and only a couple of bad guys (who will obviously be stopped by the good guys) disrupt order. Contrastingly, the Burton and Nolan adaptations present a desolated city, where evil can actually win. Nolan also presents a city where infrastructure is falling apart and the social contrasts of a city where, on the one hand, you have the richest members of a society and, in the other hand, you have the poorest ones.

Batman & Robin deserves one last comment. The movie also shows how society’s views about ecology have changed. At one point, Poison Ivy presents Bruce Wayne a project to stop using diesel to warm houses and freeze food. Wayne retorts saying that this is nonsense, because many people would freeze and starve. He closes by adding that “the most important is the people.” Thirteen years later, the idea to stop using fossil fuels to warm houses and freeze food is back, but now people have started to take it seriously. I am not sure that this is a good thing. In order to solve the environmental issues we face, it is necessary to find a compromise between nature and the needs of humankind, instead of adopting the simplistic vision of a villain of a bad movie.

Monday, November 8, 2010

Poesía Completa - César Vallejo

Así pasa la vida, como raro espejismo.
¡La rosa azul que alumbra y da el ser al cardo!
-César Vallejo “La voz del espejo”

Cuatro razones por las que un adolescente debe leer a César Vallejo.

1. Porque es la fuente de inspiración de algunos cantantes contemporáneos. Hay dos casos en que la influencia es evidente. El primero es Joaquín Sabina, cuya canción “Contigo” retoma el París con aguacero en el que Vallejo recordó su muerte por adelantado del poema “Piedra negra sobre una piedra blanca.” El segundo caso es Enrique Bunbury: “En la espina dorsal del Universo”, nombre de una de las canciones que aparece en El tiempo de las cerezas, es una expresión utilizada por César Vallejo en “Los anillos fatigados.” En el caso de Sabina,  creo que la referencia al París con aguacero tiene más que ver con el deseo de  no caer en los lugares comunes que llenan la vida de las parejas, matando al amor, más que con la melancolía que produce la eterna grisura de la capital francesa. En el caso de Bunbury, la letra de su canción me parece casi tan indescifrable como el poema de Vallejo.

2. Porque Vallejo fue un poeta rebelde que insultó a dios de una forma sutil y elegante, pero vehemente a la vez. Se dice que Nietzsche es una lectura obligada para que se despierte la capacidad crítica de los jóvenes (aunque en realidad, a mí  me parece que Nietzsche es más un propagandista que un filósofo que enseñe a pensar). Vallejo, al igual que Nietzsche, hizo de la muerte de dios uno de sus temas recurrentes. En ese sentido, si uno compra el discurso de que los adolescentes deben cuestionar todo a su alrededor, y todo eso, Vallejo es una forma poética y artística de hacerlo y, por lo tanto, más disfrutable que los textos biliosos y llenos de amargura del filósofo alemán.

3. Porque, en el fondo, Vallejo nunca dejó de ser un adolescente. Su extremada sensibilidad ha hecho que pasara a la posteridad como “el poeta del dolor”. Me parece un calificativo injusto. Vallejo fue, sobre todo, un hombre solitario, pobre, e incapacitado de volver a su tierra. “El buen sentido”, poema en prosa en el que narra un hipotético regreso a casa de su madre en Perú que nunca tuvo lugar, es un texto desgarrador, pero no por doloroso, sino porque era un imposible. La soledad existencial que vivió Vallejo no es muy diferente a la que siente un joven. Y no escribo esto motivado por un sentimentalismo barato o porque crea que, en el fondo, toda persona entre los 15 y los 21 años es un emo. Los cambios biológicos que sufrimos al ser adolescentes, por no mencionar el entorno social, hacen que esa edad sea mucho más compleja de lo que solemos recordar.

4. Porque, al leer a Vallejo, los adolescentes pueden aprender a deformar el idioma de una forma que tenga sentido. Vallejo inventó palabras a lo largo de su vida. Trilce, título de su libro más exitoso en vida, era una palabra inexistente antes de él. Los adultos por lo general nos molestamos ante la inventiva lingüística de los adolescentes, sin recordar que el idioma es algo vivo y, por lo tanto, cambiante. Vallejo, dentro de su soledad, encontró diversión (o quizá sólo placer) creando palabras y deformando las que ya existían.

Una edición crítica de la obra completa de Vallejo está disponible gratis aquí vía Google books. Faltan algunos poemas; ignoro por qué…

Foto: Avenida César Vallejo en Lima, Perú

Sunday, November 7, 2010

To Live - Zhang Yimou

History books are bad at describing the emotions involved in historical processes. Happily, we have arts to discover a posteriori the impact of a given event on the people's day-to-day life. Tolstoy's War and Peace, Dickens' Oliver Twist or, more recently, Emir Kusturica's Underground, are but a few examples of how art can bridge the gap left by the rigor and discipline of History. Granted, art is neither objective nor accurate but, far from being a problem, the infinite possibilities offered by artistic creation presents a wide variety of perspectives on a given age.

Following the tradition of other masterpieces, Zhang Yimou's To Live describes the life of a Chinese couple between the late 1930s and the end of the Cultural Revolution. Fugui (Ge You) and Jiazhen (Gong Li) must find a to survive through the convoluted years of the Chinese Revolution and its aftermath. Originally a wealthy man, Fugui losses everything at a dice, so Jiazhen leaves him., just to come back when he becomes a honest merchant in the street. Fugui is then enrolled by force in the KMT army, rescued by the Red Army, and becomes the entertainer of his troupe. When he finally comes back to his hometown, he discovers that his wife survives selling water and has to maintain two children. And the story goes on for other thirty years (a comprehensive synopsis of the film is available here)

The movie is banned in China due to its critical portrayal of the Chinese government policies following the victory of Mao Zedong. Zhang Yimou was also banned from filmmaking for two years after the release of To Live, though he has been recently rehabilitated by the Chinese government -in addition to directing Hero, which portrays the idea of "one China", he co-directed the opening and closing ceremonies of the 2008 Summer Olympics in Beijing. Why and how Zhang came back to the grace of the Chinese Communist Party is a story to be written in the future...

By focusing on a quite long period of time (40 years), To Live presents an intergenerational perspective of the Chinese Revolution. There are four age cohorts involved in the movie. The first cohort is the one who died just before the Revolution and is represented by Fugui's parents. The second cohort is the one who lived its most productive years during the Revolution and is represented by Fugui and Jiazen. The third cohort is represented by Fugui's and Jiazhen's children and their son-in-law. My perception is that the movie focuses on how the Revolution ruined the life of this cohort -the two children die as a result of failed policies. It should not be seen as a surprise that To Live is banned in China: it is basically showing how the incompetence of the Communist Party destroyed one generation of Chinese. The fourth cohort is represented by "Little Bun" Fugui's and Jiazhen's grandson. Little Bun is the realization of a national dream of prosperity after a life of sacrifices (he is taken one picture every year, whereas Fugui and Jiazhen were never able of take a single picture of their children. But Little Bun is also the hope of a brighter future, "with planes and cars". It is interesting to compare the dialogue between Fugui and his child towards the middle of the movie with the dialogue between Fugui and Little Bun at the end of the movie. The fact that To Live was filmed in 1994, when China had experienced 15 years of capitalist expansion and nobody had realized it with the exception of the Chinese themselves, gives a special meaning to the references to material prosperity at the end of the movie. One final comment: the generation of Little Bun (meaning, the children who were born in the beginning of the 1970s ) is the one that is reaping the benefits of the most ambitious capitalist revolution in the history of humankind...

During the Mao years, China was either an enigma or even the image of evil itself for the Western spectator. The questions about China's past only grow as the generation who lived that process dies and as we realize that there are not many historical documents describing the process (part of the purpose of the Cultural Revolution was to destroy everything that had to do with the past). To Live fills partially that gap and is only pitiful that it is banned in China.

To Live is available for free here.